Protectores bucales deportivos T3 y Reducción de los riesgos.
cuando hacemos deporte o practicamos alguna actividad recreativa física un protector T3 es tu mejor aliado
Cuando hacemos deporte o practicamos alguna actividad recreativa física, ¿Cómo protegemos los traumatismos de la cabeza, frente a un contacto violento, un golpe o una caída, ¿cómo ayudamos a la boca, los dientes, lengua, músculos de la masticación, tejidos blandos peri bucales, tejidos intraorales, articulaciones temporo mandibulares y meniscos articulares? ¿cómo reducimos la posibilidad de una lesión grave o mayor?
La respuesta inteligente es: Usar con un protector bucal deportivo hecho a la medida en oclusión. Sin embargo, En general una gran cantidad de deportistas y familiares de deportistas, confían su seguridad en guardas deportivos, económicos y genéricos, que adquieren por internet o en tiendas deportivas y que ponen mayor atención al diseño, el color o el estampado atractivo y se limitan a un formato estandarizado de: chico, mediano o grande, convirtiendo un componente fundamental de protección para las actividades recreativas o deportivas en simples mordederas suaves de colores, algunos de estos “protectores” se pueden incluso termo formar, esto quiere decir que pueden ser “modelados a través del calor” para tratar de acercarse a la forma y posición de los dientes o sea construir con calor una mordedera que tenga las huellas de su mordida y así tanto el fabricante como el deportista suponen que el protector está listo para proteger de forma eficiente al usuario.
Esto evidentemente no es verdad, Porque proteger una región tan extensa y especializada de nuestro cuerpo, como la cabeza y especialmente la boca y sus articulaciones, no es un asunto que pueda tomarse a la ligera, requiere de un conocimiento: primero sobre el comportamiento y dinámica de las estructuras anatómicas, a saber: Huesos, cartílagos, dientes, músculos y tejidos blandos que la componen y la respuesta de cada uno de ellos ante el embate de un traumatismo, seguro que se entiende que cada uno de ellos tiene su propia capacidad de resistencia y desde luego se comporta de forma diferente, algunos se rompen y sangran, otros se luxan y otros desgraciadamente se fracturan.
También es importante conocer el comportamiento de los materiales con los que se construye el protector: Su dureza, su eficiencia para distribuir el impacto, su resistencia, etc.
Y finalmente elaborar un diseño con la elección de componentes en base a las necesidades de protección, edad y características físicas de la actividad o deporte que practica el usuario, así se determinan el número de capas a fusionar, o el tipo, grosor y dureza de cada laminado, pongamos un ejemplo, un protector que ofrece una capa externa muy dura sin crear una zona suave de amortiguamiento, para tejidos blandos, al ser sometido a un golpe directo, seguro romperá el labio o un diente, si el protector no se encuentra en una adecuada oclusión, desplazará peligrosamente a la mandíbula, esto también podrá hacer que al abrir y cerrar la boca el protector se desaloje (un comportamiento usual en protectores mal ajustados) la boca se desplace y corte la lengua etc.
Es por esta razón que un protector bucal t3 hecho a la medida, permite al usuario reducir el traumatismo, ante un impacto directo a la mandíbula. continúa...