La Paradoja del Riesgo

El Expediente Clínico Odontológico es sin lugar a dudas

La Columna Vertebral de la Práctica estomatológica.

En nuestro país, el expediente clínico ha trascendido su función de simple registro para consolidarse como la piedra angular de la atención odontológica y la máxima garantía de seguridad para el binomio dentista-paciente.

Desde una perspectiva clínica y normativa, no es solo la primera herramienta de atención, sino el componente fundamental que permite formalmente:

• Establecer un Diagnóstico preciso.

• Diseñar un Plan de Tratamiento integral.

• Registrar acuerdos de carácter administrativo y económico que, una vez firmados, se convierten en un compromiso legal vinculante.

Finalmente, desde el punto de vista legal, su importancia es incuestionable: ante cualquier controversia entre el paciente y el dentista, el expediente clínico es el primer y principal elemento probatorio que será solicitado por la autoridad sanitaria competente. Es, en esencia, nuestra defensa legal y nuestra carta de presentación profesional.

La Paradoja del Riesgo.

No obstante, esta herramienta esencial alberga una profunda paradoja: de acuerdo con la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), el expediente clínico es, irónicamente, uno de los elementos que con mayor frecuencia faltan o se presentan incompletos al momento de una controversia.

Esta omisión convierte automáticamente la falta administrativa en una vulnerabilidad legal y profesional crítica, exponiendo al odontólogo a riesgos innecesarios frente a cualquier reclamo o litigio. Su correcta elaboración, por lo tanto, no es una opción, sino un imperativo ético, profesional y jurídico.

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