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“Tómale una foto”: Imagen y hoja de evolución como narrativa clínica .

Actualizado: 26 oct


Cada consulta es una historia. Y toda historia clínica necesita ser contada con claridad, precisión y evidencia.


Las hojas de evolución, bien diseñadas y completadas, son mucho más que simples formatos: son el hilo narrativo del tratamiento, el registro vivo de cada decisión, cambio y resultado en la atención del paciente.


En un contexto donde la imagen digital complementa la palabra escrita, surge una invitación que sintetiza el espíritu del registro moderno:


“Tómale una foto en cada cita... pero siempre con su consentimiento”




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1. La hoja de evolución: el corazón del expediente clínico.


Toda práctica odontológica o médica se sostiene en el expediente clínico. Dentro de él, la hoja de evolución cumple una función esencial: documentar la secuencia cronológica del tratamiento, reflejando la continuidad, la coherencia diagnóstica y la toma de decisiones.

Una hoja de evolución bien diseñada y desarrollada debe permitir:


  • Registrar de forma ordenada las fechas, procedimientos y observaciones clínicas.


  • Facilitar la lectura y seguimiento por otros profesionales.


  • Evitar omisiones que puedan comprometer la interpretación o el valor legal del expediente.


  • Reflejar la intervención del profesional y la respuesta del paciente con lenguaje claro y objetivo.




Su correcto uso protege tanto al paciente como al estomatólogo, pues constituye el testimonio más sólido del proceso asistencial.


2. La narrativa clínica: más que datos, una historia profesional.


  • Cada hoja evolutiva es, en realidad, una pequeña crónica del trabajo clínico. Allí se entrelazan observaciones, diagnósticos, decisiones, resultados y reacciones del paciente. Una buena hoja evolutiva cuenta lo que pasó, cómo pasó y por qué se decidió actuar de cierta forma.


  • Escribir bien una hoja evolutiva no es burocracia, es narrar con método: una manera de pensar y comunicar la práctica profesional. De ahí la importancia de su diseño funcional, con espacios pensados para la precisión, la secuencia y la evidencia.


3. “Tómale una foto”: el puente entre lo escrito y lo digital


  • El eslogan “Tómale una foto” propone un gesto simple, pero trascendente: documentar visualmente los avances clínicos, complementar la narración con fotografía diagnóstica y respaldar el registro con evidencia digital.


  • Hoy, una fotografía tomada con el móvil o una cámara clínica puede:


  • Ilustrar la evolución de un tratamiento.


  • Registrar condiciones iniciales o resultados finales.


  • Aportar respaldo en caso de controversias o revisiones.


  • Enriquecer el seguimiento en tratamientos prolongados o compartidos con otros especialistas.


  • La foto, acompañada de una hoja evolutiva bien estructurada, forma un relato completo: texto y evidencia.


4. El archivo digital: una extensión del expediente.


  • La práctica moderna exige organización, respaldo y trazabilidad. Por ello, integrar un archivo digital (guardado en USB, nube o servidor local) permite conservar:


  • Imágenes clínicas, radiografías y documentos firmados.


  • Copias digitalizadas de consentimientos y notas evolutivas.


  • Grabaciones o materiales complementarios, todo vinculado al expediente físico.


  • Este respaldo digital no sustituye el expediente impreso, pero lo complementa, creando una doble garantía documental: escrita y visual.


  • La consigna es simple: Registra, narra y documenta.

Y tómale una foto en cada cita. Pero recuerda:


"Se requiere consentimiento para las fotografías clínicas del paciente"




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Consentimiento Informado para captura de imágenes fotográficas o en video para su inclusión en el expediente clínico y otros usos de carácter de divulgación educativa.

Puedes descargar el formato para uso personal respetando todo su diseño incluyendo textos y logos, NO comercializable.




Las imágenes clínicas forman parte del expediente odontológico, pero al mismo tiempo son datos personales sensibles protegidos por la ley.


Su captura, almacenamiento y uso implican una posible exposición de la identidad del paciente, por lo que no pueden tomarse ni emplearse sin autorización expresa.


El consentimiento informado asegura que el paciente entiende y acepta la finalidad de las fotografías —ya sea para seguimiento clínico, docencia o investigación—, garantizando la confidencialidad, la ética profesional y la protección legal del propio estomatólogo.


En síntesis, el consentimiento no es un trámite: es una manifestación de respeto y transparencia entre profesional y paciente.



Puedes descargar nuestro consentimiento para uso personal, respetando todo su diseño incluyendo textos y logos, NO comercializable.





Solicita El Sistema PRAXIS al WA 5617716451 o visita nuestra página para más información




 
 
 

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