Ante la crisis de desaparecidos en México, el papel de la Odontología y la Identificación Humana: una mirada ética.
- C.D. Adriana García / C.D. Ulises Velasco
- 20 ago
- 3 Min. de lectura
En México, la desaparición de personas se ha convertido en una herida abierta que atraviesa a miles de familias.
La incertidumbre, el dolor y la espera interminable de quienes buscan a sus seres queridos forman parte de una tragedia colectiva que exige respuestas desde todos los ámbitos de la sociedad. En este escenario, la ciencia forense se convierte en un pilar fundamental para la identificación de restos humanos, y la odontología —muchas veces relegada al espacio exclusivo de la clínica— emerge como un recurso invaluable.

Mural urbano de desaparecidos (Leonel Baez Martínez) realizado en la Alcaldía Gustavo A Madero, como un elemento más de búsqueda, elaborado por los colectivos hasta encontrarles cdmx y colores en resistencia
El valor forense de la odontología
Los dientes y las estructuras orales poseen características únicas y resistentes al paso del tiempo. Su fortaleza física permite que, incluso en condiciones extremas, puedan conservar información que facilite la identificación de una persona. Los registros odontológicos, elaborados en los consultorios día a día, tienen un potencial que trasciende la práctica clínica.
Un expediente odontológico bien elaborado puede contener:
Odontogramas detallados, que reflejan tratamientos, extracciones o restauraciones específicas.
Radiografías periapicales o panorámicas, que evidencian la morfología y disposición dentaria.
Fotografías clínicas intra y extraorales, que muestran detalles visibles en la sonrisa y dentición.
Modelos de estudio en yeso o digitalizados, útiles para el análisis comparativo.
Notas clínicas minuciosas, que documentan observaciones relevantes del profesional.
Cada uno de estos elementos se convierte, potencialmente, en una “huella” que permite a especialistas forenses establecer correspondencias entre restos humanos y expedientes clínicos.

El debate sobre el ADN.
Una inquietud frecuente es la posibilidad de que los consultorios odontológicos recolecten y resguarden muestras de ADN, por ejemplo, a través de saliva obtenida con un hisopo y almacenada en un tubo estéril.
Desde el punto de vista técnico, la toma de muestras orales es plausible, sencilla de realizar y, con la metodología correcta, puede garantizar buena calidad para su análisis posterior.
No obstante, esta práctica plantea dilemas éticos y legales importantes. La toma, conservación y cadena de custodia del material genético requieren protocolos rigurosos que corresponden a instituciones especializadas.
En una entrevista que realizamos con personal del Banco de ADN de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, nos comentaron que sería un proyecto muy atractivo comenzar a visibilizar esta idea entre médicos, odontólogos y pacientes, ya que el ADN es la “estrella” en muestras para identificación.
Además, en esta entrevista nos orientaron sobre los mecanismos y la inserción de la información odontológica en el esquema de búsqueda. Supongamos —deseamos que no ocurra— que un paciente ha desaparecido. La familia debe seguir
ciertos pasos en este orden:
Presentar denuncia ante la Fiscalía.
Generar un expediente a través de un Agente del Ministerio Público.
Intervención de la Policía de Investigación.
y es en esta etapa, en donde la autoridad o los familiares pueden solicitar al odontólogo la entrega de elementos contenidos en el expediente clínico. Es fundamental recordar que esta solicitud siempre debe realizarse por escrito y mediante un documento oficial dirigido al responsable de la custodia de los datos.
El debate queda abierto: ¿debe el odontólogo limitarse a un papel de informador y orientador, o podría tener un rol más activo en la recolección inicial, siempre y cuando existan lineamientos claros y respaldo institucional?
Responsabilidad social e interdisciplinariedad.
El compromiso del odontólogo no se limita a la prevención y tratamiento de enfermedades bucales. En un país marcado por la crisis de personas desaparecidas, la profesión tiene la oportunidad y el deber ético de sumar esfuerzos. Mantener expedientes clínicos completos, actualizados y resguardados con responsabilidad puede, en determinado momento, significar la diferencia entre la incertidumbre y la certeza para una familia.
La identificación humana es un proceso interdisciplinario donde convergen médicos, odontólogos, antropólogos, genetistas y autoridades forenses. Reconocer este papel complementario es fundamental: la odontología no sustituye otros métodos, pero sí puede aportar datos de gran valor.
Más allá de las sonrisas.
La odontología, al servicio de la vida y la dignidad, trasciende su función terapéutica y preventiva. Los dientes no solo sostienen la sonrisa: también pueden ayudar a reconstruir identidades y cerrar historias. Asumir esta dimensión humana es un llamado a la conciencia profesional y ciudadana.
Frente a la crisis de desapariciones en México, cada registro, cada radiografía y cada fotografía clínica bien archivada y resguardada en el Expediente Clínico es más que un documento médico: es un puente posible hacia la identificación.
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