Urgencias y botiquín de emergencias en el consultorio dental . 2
- Equipo ROMS
- 22 ago
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En la práctica odontológica, cada procedimiento debe realizarse bajo un marco de seguridad clínica que garantice la atención integral del paciente. Aunque la mayoría de los tratamientos dentales se desarrollan sin complicaciones, la posibilidad de una emergencia médica siempre está presente: desde reacciones adversas a medicamentos hasta eventos cardiovasculares graves.
Por ello, el botiquín de emergencias en el consultorio dental no es un accesorio opcional, sino un requisito legal y una herramienta vital para salvar vidas.

Emergencias médicas más frecuentes en odontología
Algunas situaciones que pueden presentarse en la consulta son:
Reacciones alérgicas y anafilaxia tras la administración de anestésicos o antibióticos.
Crisis asmáticas desencadenadas por el estrés o exposición a ciertos agentes.
Hipoglucemias en pacientes diabéticos que no han ingerido alimentos.
Síncope vasovagal, común por miedo o dolor.
Eventos cardiovasculares como angina de pecho o incluso infarto agudo al miocardio.
Convulsiones en pacientes epilépticos.
Frente a estos escenarios, la rapidez de la respuesta marca la diferencia. Disponer de un botiquín completo y de personal entrenado puede estabilizar al paciente en lo inmediato, en lo que se recibe atención hospitalaria.
Marco normativo en México.
La legislación mexicana contempla de forma clara la obligación de contar con este recurso:
Ley General de Salud y su Reglamento en materia de Prestación de Servicios de Atención Médica: establece la responsabilidad de ofrecer condiciones seguras en los consultorios.
NOM-013-SSA2-2015 para la prevención y control de enfermedades bucales: menciona el equipamiento indispensable en la práctica odontológica, incluyendo materiales para atención de urgencias.
NOM-005-SSA3-2010 sobre los requisitos mínimos de los consultorios y servicios ambulatorios: indica que debe existir un botiquín de urgencias médicas, con medicamentos vigentes, equipo funcional y protocolos de uso.
El cumplimiento de estas normas no solo es un deber ético y legal, sino también una forma de responsabilidad profesional y de protección legal ante cualquier eventualidad.
Puedes consultar los tres documentos completos desde la sección Normas Regulatorias en nuestro portal ROMS.
Contenido indispensable de un botiquín dental
Medicamentos.
Adrenalina (1:1000) – fármaco de primera elección en anafilaxia.
Salbutamol inhalador – broncodilatador para crisis asmática.
Nitroglicerina sublingual – vasodilatador para angina de pecho.
Ácido acetilsalicílico (100–325 mg) – coadyuvante en síndrome coronario agudo.
Antihistamínicos (difenhidramina, loratadina, clorfenamina) – reacciones alérgicas leves.
Glucosa oral en gel o tabletas, solución glucosada al 50% – para hipoglucemia.
Corticoides (hidrocortisona o dexametasona) – reacciones inflamatorias severas.
Analgésicos y antipiréticos básicos.

Equipo y materiales.
Oxígeno portátil con mascarilla o cánula.
Esfigmomanómetro y estetoscopio.
Oxímetro de pulso.
Cánulas orofaríngeas.
Jeringas, agujas, guantes estériles, gasas y vendas.
Equipo de aspiración manual (perilla o aspirador portátil).
Documentación y protocolos.
Tarjeta de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica a la vista. *1
Teléfonos de emergencia locales.
Registro de caducidades de medicamentos.
*1. La tarjeta de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica es un material de referencia rápida que resume, en un formato pequeño y práctico (tipo credencial o tarjeta de bolsillo), los pasos esenciales que se deben seguir para aplicar la RCP básica en caso de paro cardiorrespiratorio.
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